El Libro
La Encíclica Laudato Si´ del Papa Francisco, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) contenidos en la Agenda 2030 y el Acuerdo de París (COP 21) constituyen una plataforma epistemológica y práctica que coinciden en la observación profunda de los problemas que la humanidad afronta y las posibles soluciones que se ponen en juego para resguardar la vida en el planeta. El objetivo inicial de este Libro ha sido colaborar en la construcción de una conciencia ambiental sobre el concepto del ‘cuidado de la casa común’ expresado por el Papa Francisco en la Encíclica Laudato Si´ desde una perspectiva ecológica integral y a través de la mirada y el aporte de líderes globales provenientes de diferentes ámbitos. El libro refleja la sucesión de encuentros con cada entrevistado, en distintos lugars y en los que se cruzan historias personales, recorridos institucionales y reflexiones sobre mejores prácticas y posibles soluciones al problema del acceso al agua; central para la vida.
¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo? (LS.160), es una pregunta central en la Laudato Si´ y que está presente explícita e implícitamente en cada conversación.
Tomando la imagen del Papa Francisco de la comprensión de la realidad como un poliedro, el libro intenta reflejar la diversidad de miradas sobre una misma temática: El agua y el ambiente, el cuidado de la casa común y las políticas de desarrollo sustentable a través de la participación de hombres y mujeres de distintas nacionalidades y provenientes de los campos de la política, la economía, la ciencia, la religión, el medio ambiente, la educación, el derecho y referentes de la sociedad civil.
¿Por qué una mirada dialogal sobre el cuidado de la casa común? El diálogo es una acción que surge de una conducta nacida de lo profundo de nuestro ser y nos posiciona frente al otro como interlocutor válido y valioso y, desde una dimensión trascendente, dicha interlocución se reconvierte en projimidad.
En el ejercicio que se propone en el libro y que se torna en un recorrido por lugares y pensamientos, es importante subrayar que todo diálogo supone un encuentro con el otro. El encuentro también implica conflicto: nuestra propia finitud muchas veces nos pone frente al otro como adversario. La insistencia en el diálogo y en la cultura del encuentro resalta esta vocación como forma de hacer frente a los conflictos del presente.