Gianni Vattimo es conocido como uno de los principales pensadores y autores del postmodernismo. Discípulo de Hans-Georg Gadamer estudió filosofía en la Universidad de Turín y luego en Heidelberg. Profesor de la Universidad de Turín. Ha sido profesor visitante de las Universidades norteamericanas de Yale, Los Angeles, New York University y State University de Nueva York. Doctor ‘honoris causa’ de las Universidades argentinas de Palermo y La Plata, la UNED de España, la Universidad Inca Garcilaso de la Vega y Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Perú, entre otras. Miembro de la Academia Europea de Ciencias y Artes y Vice-presidente de la Academia de la Latinidade. Vattimo es considerado el Maestro del “pensamiento débil”. Es autor de Las aventuras de la diferencia (1979), El pensamiento débil (1983), El fin de la modernidad (1985), La sociedad transparente (1989), Ética de la interpretación (1989), Creer que se cree (1996), Diálogos con Nietzsche (2002), y Nihilismo y emancipación (2003), El futuro de la religión (2005), Verdad o fe débil. Diálogo sobre cristianismo y relativismo (2006) con René Girard, No ser Dios. Una autobiografía a cuatro manos (2006) con Piergiorgio Paterlini y Emilia Reggio, Ecce comu. Cómo se vuelve a ser lo que se era (2007), Después de la muerte de Dios. Conversaciones sobre religión, política y cultura (2007) con John D. Caputo, Adiós a la verdad (2009), Dios, la posibilidad Buena: Un coloquio en el umbral entre filosofía y teología (2009), Comunismo hermenéutico. De Heidegger a Marx (2011) con Santiago Zabala, Della realtà (2012). Recibió el Premio Hannah Arendt y el Max Planck Research Award en 1992. También se ha desempeñado en política en el Parlamento Europeo.
¿Por qué lo elegimos?
Vattimo es uno de los pensadores más destacados del Siglo XX y de principios del Siglo XXI. Sus libros, publicaciones y reflexiones siempre generan controversia y debate y, sobre todo, invitan a pensar. Hablar con Vattimo es un lujo que nos ayuda desde la filosofía a cuestionarnos en la búsqueda de respuestas a las problemáticas de un mundo siempre actual.
Su preocupación por los invisibles y su compromiso con América Latina de donde permanentemente se nutrió para elaborar un pensamiento disruptivo que él mismo denomina ‘cato-comunismo’.